José Ramón López Beltrán, hijo del presidente de México, trabaja para KEI Partners, una empresa propiedad de Érika Chávez e Iván Chávez, hijos de Daniel Chávez, dueño de Grupo Vidanta y asesor honorífico del Tren Maya, el proyecto turístico más importante de este gobierno.
Durante la conferencia de prensa matutina de este lunes, el mandatario Andrés Manuel López Obrador dijo que no hay ningún conflicto de interés porque el dueño de Vidanta no tiene ningún contrato o negocio con el Gobierno Federal.
“Lo que dio a conocer ayer José Ramón ayer, en efecto, es una empresa de los hijos de Daniel Chávez que me ayuda como supervisor honorífico en el Tren Maya, no cobra nada, ni tenemos ninguna relación de negocios”, confirmó AMLO. “Él no tiene ningún negocio con el Gobierno Federal, ningún problema de interés, es de los empresarios que nos ayuda porque quiere apoyar en el caso de el Tren Maya para concluirlo”, agregó.
El 15 de octubre del 2018, Daniel Chávez participó en un Foro de Turismo y Desarrollo Social en la UNAM, en ese evento, el empresario aseguró que “el Tren Maya es una gran idea, porque en una década de operación va a duplicar el ingreso de divisas al país (…) nosotros estamos interesados en participar en el financiamiento”.
Más tarde, el gobierno optó por no incluir a la Iniciativa Privada en el financiamiento del proyecto que actualmente tiene un costo de 210 mil millones de pesos, pero nombró a Chávez como el supervisor honorario del proyecto.
Finalmente, el presidente López Obrador consideró que los reportajes como el de la casa de Houston no son para atacarlo a él ni a sus hijos, sino para atacar proyecto de transformación del país.
“No es conmigo, ni tampoco mis hijos, es una reacción conservadora, golpista, en contra de que se lleve a cabo un verdadero cambio en el país. Y esto no se conocía porque además de que saqueaban y robaban no perdían su respetabilidad”, acusó el mandatario federal.