El 5 de febrero de 1984 murió la leyenda de la lucha libre mexicana tras un paro cardiaco a los 66 años.
El santo se convirtió en uno de los iconos más grandes de la lucha mexicana y su legado perdura a la fecha.
Mejor conocido como “El Santo” Rodolfo Guzmán Huerta fue luchador y actor pues su protagonismo salto a la pantalla grande, con películas donde siempre fue protagonista.
Pero no nació con el nombre de El Santo, en sus inicios tuvo apodos como “Rudy Guzmán”, “El Hombre Rojo”, “El Enmascarado”, “El Incógnito”, “El Demonio Negro”, “El Murciélago Enmascarado II”.
Siempre mantuvo su identidad secreta bajo su mascara plateada pero el 28 de enero de 1984 en una entrevista con Jacobo Zabludovsky donde el luchador se retiró completamente la máscara revelando su identidad.
En su ultimo adiós uso una mascara y fue enterrado con ella puesta y miles de seguidores fueron al panteón Mausoleos del Ángel para darle el ultimo adiós a la leyenda del ring