La indignación y la incertidumbre continúan en torno al caso del Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco. Un nuevo video atribuido al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha desatado una ola de reacciones en redes sociales y entre colectivos de búsqueda de personas desaparecidas.
En la grabación, un hombre encapuchado y armado, identificado como vocero del CJNG, aparece flanqueado por 32 personas vestidas de negro, también encapuchadas y portando armas largas. En su mensaje, el vocero niega que el rancho haya sido utilizado como un centro clandestino de exterminio, crematorio o lugar de reclutamiento forzado, como lo han señalado colectivos y medios de comunicación tras el hallazgo de restos humanos en la zona.
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El video también acusa a organizaciones civiles y a periodistas de difundir información “inventada” y sin fundamento, desestimando las investigaciones y los hallazgos forenses realizados por la Fiscalía del Estado de Jalisco. Además, cuestiona el cateo efectuado por fuerzas federales en septiembre de 2024 y sugiere que la evidencia encontrada es parte de una “simulación” para generar alarma pública.
Uno de los puntos más controvertidos de la grabación es la insinuación de que el ingreso del colectivo al inmueble carecía de legitimidad y que “sembraron una película de terror”. Sin embargo, el video no ofrece explicaciones sobre la evidencia forense documentada en el lugar.
Hasta el momento, el gobierno federal no ha emitido una postura oficial respecto a esta declaración del CJNG ni ha respondido a las críticas dirigidas contra las madres buscadoras, quienes han encabezado los esfuerzos para esclarecer lo sucedido en el Rancho Izaguirre.
Este nuevo episodio reaviva el debate sobre la violencia en el país y la influencia de los grupos criminales en la narrativa pública, mientras las familias de personas desaparecidas siguen exigiendo verdad y justicia.