El primer caso conocido de covid-19 tuvo lugar en noviembre de 2019 en la provincia china de Hubei, pero las autoridades no alertaron del brote de una neumonía de causa desconocida hasta un mes después. En enero de 2020 concluyeron que se trataba de una nueva enfermedad, la covid-19, provocada por el coronavirus SARS-CoV-2. Aunque existían precedentes de enfermedades por SARS-CoV o MERS-CoV, su detección tardía y el desconocimiento sobre cómo se propagaba terminó de extenderlo por otros países. En pocas semanas era una epidemia internacional, es decir, afectaba a un área geográfica extensa.
La ciudad de Wuhan, epicentro de la enfermedad, entró en un confinamiento estricto mientras cada vez más países declaraban sus primeros casos y se sumaban a la alerta sanitaria. En Italia, un foco en el norte provocó que fuese el primer país europeo en confinar a la población. A finales de febrero de 2020 ya había infectados en todos los continentes, y en las semanas siguientes los casos no dejaron de aumentar. Esto llevó a que el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase a la covid-19 como una pandemia.