Durante el desarrollo del porfiriato, el longevo dictador procuró mantener a raya a sus adversarios políticos y estableció un control estricto en la prensa nacional, supervisando todo cuanto se publicaba en el país. A pesar de que la libertad de imprenta era considerada una de las garantías individuales elevada a rango constitucional en el texto de 1857, ésta fue letra muerta la mayor parte de la larga administración del general oaxaqueño.
A finales del Siglo XIX y a principios del XX, comenzaron a publicarse en diferentes partes del país diversos periódicos o semanarios de corte crítico hacia la administración porfiriana. Uno de ellos fue el periódico Regeneración, fundado por los hermanos Jesús, Enrique y Ricardo Flores Magón, el cual vio la luz el 7 de agosto de 1900; desde sus inicios, el propósito de la publicación fue denunciar los abusos y excesos del gobierno encabezado por Porfirio Díaz, así como el menosprecio de los derechos más elementales del pueblo mexicano y la defensa de la soberanía nacional.
Al principio, el lema acuñado por los jóvenes que estuvieron inmersos en su edición fue: “Periódico Jurídico Independiente”. Por su postura crítica y reflexiva, el semanario no tardó en ejercer influencia en importantes sectores de la sociedad mexicana, constituyendo un contrapeso de las publicaciones oficialistas como el periódico El Imparcial.
Unos meses después de su creación, en diciembre de 1900, el periódico cambió su lema original: “Periódico Independiente de Combate”. La rispidez ocasionada por la postura crítica que yacía en sus líneas aumentó de tono y sus contenidos comenzaron a sembrar la idea de la necesidad de una mayor participación y apertura política.
El régimen de Porfirio Díaz no tardó en mostrar repudio por los señalamientos del semanario de los hermanos Flores Magón. A raíz de ello, los editores sufrieron la persecución y el encarcelamiento; sus feroces plumas se volvieron una piedra en el zapato para el gobierno mexicano, pero también para el gobierno norteamericano.
Debido al hostigamiento gubernamental, los hermanos Flores Magón se vieron obligados a exiliarse. Así, En 1904, desde San Antonio, Texas, Regeneración volvió a ver la luz.