El presidente Ignacio Comonfort, al mando directo del Ejército, ataca y derrota a las fuerzas conservadoras en la loma de Ocotlán, ubicado en la zona Puebla-Tlaxcala.
Después de que Comonfort accede al poder como presidente, comienzan a darse motines y reacciones por parte de los conservadores apoyados por el clero, aunque este lo negara.
Pese a sus propósitos los conservadores, no pudieron detener el impulso que llevó a la apertura del Congreso Constituyente del 16 de febrero pasado. Los conservadores se comenzaron a concentrar en Puebla motivo por el cual el gobierno formó un ejército de más de 12 mil hombres que al mando del propio Comonfort, llegaron a San Martín Texmelucan, el 1 de marzo; ahí emitió una proclama en la que informa que han sido sofocados los movimientos de rebelión en varios lugares de la República y que solamente Puebla seguía hostil al gobierno e hizo un llamado a la paz.
En una carta, escrita el día 7 de marzo, el propio Comonfort comenta: “los rebeldes están obstinados; será necesario reducirlos al orden por fuerza. Nuestras tropas se conservan en buen sentido. He dispuestos moverme mañana con las tropas sobre Puebla”. Así, según lo dispuesto, antes del amanecer de este día, salieron de la ciudad los disidentes tratando de sorprender a las tropas del gobierno de manera que a las ocho de la mañana la batalla era general y se concentró en la loma de Ocotlán.