La dependencia aclaró que el laboratorio chino eligió “sin intervención alguna” a Latam Pharma como representante legal
Luego de que trascendiera una investigación sobre la firma contratos entre la Secretaría de Salud (SSa), CanSino Biologics y una supuesta empresa fantasma, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) hizo una serie de precisiones al respecto.
A través de un comunicado de prensa, la dependencia confirmó que se suscribió un acuerdo tripartito entre el gobierno de México, la empresa Latam Pharma Innovative Ventures, encargada de realizar el envasado del biológico, y el laboratorio chino.
No obstante, aclaró que fue CanSino quien determinó, sin intervención de autoridad alguna del gobierno de México, que dicha firma fuera su representante legal.
“CanSino Biologics no contaba con alguna empresa afiliada o simil, en territorio mexicano, que pudiera realizar las actividades de llenado y fabricación reglamentario del producto terminado ni que pudiera actuar en su representación en el país. Por ello, la farmacéutica, sin intervención de autoridad alguna del gobierno de México, designó a Latam Pharma para llevar a cabo su representación legal”, detalla la tarjeta firmada por la Jefatura de Oficina del canciller Marcelo Ebrard.
Aseguró que “el proceso jurídico se realizó con base en restricciones de regulación y decisiones de negocio de CanSino Biologics y tuvo los vistos buenos y acuerdos de todas las áreas competentes Adquirentes de la Administración Pública Federal (APF), incluyendo las sanitarias y financieras”.
Al tratarse de una transacción internacional, ambas partes coincidieron en que Singapur era una opción viable, cuya jurisdicción brinda seguridad jurídica a los firmantes, por lo que eligieron dicho lugar.
La sustancia activa de la vacuna de CanSino actualmente se envasa en la planta de Drugmex, ubicada en Querétaro, cuya entrega a la administración federal acumula 4.5 millones de dosis.
Por otra parte, señaló que la adquisición de antígenos para prevenir enfermedad grave de SARS-CoV-2 se ha llevado a cabo con la mayor transparencia posible, dentro del marco que permiten las condiciones de confidencialidad con las que se han firmado la mayoría de los acuerdos en el mundo.
Fue el 13 de octubre de 2020 cuando la Secretaría de Salud (SSa) suscribió varios acuerdos para la provisión de vacunas contra COVID-19 con Pfizer, AstraZeneca y CanSino, que en ese entonces eran las farmacéuticas con más avances en el desarrollo y ensayos clínicos del antígeno.
Con CanSino Biologics, al igual que con AstraZeneca, se previó que laboratorios en México formularan y envasaran el producto. Determinación que no incluyó a Pfizer, puesto que el biológico fue entregado ya terminado.
“Fueron las propias farmacéuticas las que eligieron a los laboratorios para que llevaran a cabo los procesos de formulado y envasado de las vacunas en nuestro país. Liomont en el caso de AstraZeneca y Drugmex en el caso de CanSinio Biologics. En ambos casos, los laboratorios en México se debieron sujetar a la normatividad impuesta por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios”
(Cofepris)
Según refiere el polémico reportaje de la cadena Univisión, cuando el gobierno de México suscribió el contrato con Latam Pharma, el 9 de diciembre del 2020, la empresa no se encontraba en el registro público corporativo de suiza.
De acuerdo con los especialistas, esta era una acción “completamente irregular que –aún en una situación de emergencia– firmes con una empresa que no ha sido creada”.
El medio tuvo acceso al documento y preguntó a expertos sobre el caso. Estos señalaron que el contrato pone en “desventaja al gobierno de México”, además de que no se establecen responsabilidades para CanSino en caso de problemas con la manufactura de las vacunas, tampoco habría garantías para que los contratistas cumplan obligaciones, ni se dejaría en claro el papel de la empresa suiza.