
El municipio de Acajete avanza en la transformación de espacios públicos gracias al programa estatal Obra Comunitaria, que promueve la participación ciudadana en la recuperación y mejoramiento de sitios emblemáticos.
En Apango de Zaragoza, los vecinos se organizaron para rescatar un campo de béisbol que por años estuvo en el abandono. El inicio de los trabajos fue inspeccionado por la delegada de Bienestar en la micro región 17, Marina Huerta.
En la Parroquia de Santa Isabel Tepetzala también se dio inicio a la instalación de adoquín en el área destinada a las misas.
El material fue entregado por el Gobierno del Estado a través del programa, con el propósito de dignificar espacios de encuentro comunitario.
De igual forma, en la junta auxiliar de Ocotitlán se rehabilitan los tradicionales Conos, un símbolo histórico y cultural de la comunidad. “Rescatamos nuestra historia, fortalecemos nuestra identidad”, expresó la delegada Marina Huerta durante el arranque de estas obras que, señaló, buscan preservar lo que une y representa a los pueblos de Acajete.