Una vez que los productos o alimentos incrementan su valor, difícilmente vuelven a bajar, considera catedrático de la UPAEP
Puebla, Pue.- De enero a noviembre de 2021, el estado de Puebla ha acumulado una inflación del 5.91 por ciento, la cual es considerada como la cuarta más alta en los últimos 20 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A través del índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), se detalló que la cifra solo está por debajo de la inflación registrada en el 2001, 2008 y 2017, que fue del 7.1 por ciento, 6.22 por ciento y 6.77 por ciento, respectivamente.
Sobre el tema, Anselmo Chávez Capó, catedrático investigador de Administración Financiera y Bursátil de la UPAEP, dio a conocer que esta situación trae como consecuencia un aumento de precios, principalmente en frutas, verduras, carnes y energéticos.
El Inegi, detalla que el tomate verde es el alimento que más ha subido de precio en lo que va del año, con una variación de 167.39 por ciento, pues pasó de tener un costo de 6 pesos el kilo a 22 pesos.
Le siguió la cebolla con un alza del 65.65 por ciento (8 a 14 pesos); papaya con un 42.75 por ciento (14 a 20 pesos); el jitomate con un 32.64 por ciento (12 a 22 pesos); y el aguacate con un 30.36 por ciento (28 a 54 pesos).
También se encareció el melón en un 21.74 por ciento (14 a 20 pesos); la manzana con un 19.30 por ciento (25 a 44 pesos); frijol con un 17.67 por ciento (22 a 32 pesos); ejote en un 14.63 por ciento (10 a 30 pesos); carne de cerdo en un 9.78 por ciento (90 a 130 pesos); y la carne de res en un 9.52 por ciento (140 a 170 pesos).
Finalmente, se detalló que el gas LP es el energético que más ha incrementado su precio en lo que va del año, pues en enero costaba 409.6 pesos el tanque de 20 kilos, y para noviembre subió a 475 pesos.
De acuerdo con el investigador, esta situación está afectando directamente la economía de los poblanos, pues una vez que los productos o alimentos incrementan su valor, difícilmente vuelven a bajar.
“Considero que será la cuarta cifra más alta de los últimos 20 años, pues si vemos la serie histórica, los picos inflacionarios más altos se han dado en los años antes mencionados. (…) Con esto, estamos sufriendo un impacto como sociedad, pues estamos hablando de un aumento de precios en alimentos, mercancías, bebidas, vivienda y educación, lo que merma nuestros ingresos, pues tendremos la misma cantidad de dinero para comprar menos bienes y servicios”, comentó Chávez Capó.
Asimismo, precisó que un factor que influyó en el aumento de precios, fue la reactivación económica, pues los establecimientos que estuvieron cerrados por más de año y medio, realizaron ajustes en sus costos para recuperar sus finanzas.
“La apertura de las empresas nos llevó a un efecto inflacionario alto, pues los lugares como bares o restaurantes ya no tienen el mismo precio de antes, debido a que estuvieron cerrados a raíz de la pandemia. (…) El efecto más fuerte, lo veremos a partir del mes de enero de 2022”, agregó.
Finalmente, Chávez Capó dio a conocer que la última vez que Puebla tuvo una inflación dentro del rango establecido por el Banco de México (Banxico), fue en el 2019, donde se acumuló un 3 por ciento.
INFLACIÓN POR CIUDAD
El Inegi precisó en el índice de Precios al Consumidor, que el municipio de Izúcar de Matamoros ha alcanzado en lo que va del año, una inflación del 6.42 por ciento; mientras que Puebla capital acumula un 5.80 por ciento.
Con dichas cifras, se encuentran en los primeros 20 lugares con el mayor incremento en precios de productos y servicios, de las 55 ciudades que analiza el estudio.
Ignacio Ibarra López, director de la carrera de Economía del Tecnológico de Monterrey, informó que son varios factores que influyeron a que Izúcar de Matamoros se haya posicionado como una de las ciudades más caras.
Entre estos, es que cuenta con una ubicación geográfica donde no hay muchos canales de producción de los alimentos, por lo que llevar los insumos hasta la zona incrementa su valor.
Otros elementos que justifican el comportamiento de la inflación tan acelerada son la oferta y la demanda, las sequías y la reapertura de los establecimientos que utilizan los productos de la canasta básica para su funcionamiento, como los restaurantes.
“Es una ciudad donde no se tienen muchos canales de producción, por lo que es difícil acceder a todos los alimentos. Entonces el valor de los insumos se basa de acuerdo a la oferta y la demanda”, concluyó.