
Puebla, Pue. – En un paso histórico hacia la universalización del acceso a la salud, el estado de Puebla se integró oficialmente al modelo IMSS-Coplamar, ahora conocido como IMSS-Bienestar, anunció la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo desde Palacio Nacional.
Con esta adhesión, un total de 1 millón 203 mil 362 poblanos que viven en zonas de alta y media marginación recibirán atención médica gratuita y de calidad. Puebla se posiciona como la tercera entidad con mayor número de beneficiarios, solo por detrás de Chiapas y Veracruz.
El programa, impulsado por el Gobierno Federal, contempla la incorporación de siete hospitales de Puebla al régimen ordinario del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Las unidades médicas que ahora formarán parte de este esquema son los hospitales de Ixtepec, Zacapoaxtla, Chignahuapan, La Ceiba, Tepexi de Rodríguez, El Seco y Chautla de Tapia.
Durante la conferencia matutina, el director del IMSS, Zoé Robledo Aburto, informó que el modelo IMSS-Bienestar beneficiará a más de 10.8 millones de personas en todo el país, de las cuales 8.4 millones no cuentan con seguridad social.

Además, destacó que este nuevo sistema integrará 81 hospitales de segundo nivel y más de 2,100 unidades médicas rurales en 19 entidades del país. En total, la red contará con 2,730 camas, 93 quirófanos y 1,098 consultorios de especialidades, incluyendo nuevas áreas como otorrinolaringología, traumatología, ortopedia y oftalmología.
En Puebla, el enfoque estará en los municipios con mayores niveles de marginación y pobreza. Según datos del CONEVAL, municipios como Eloxochitlán, Caltepec, Zinacatepec, Nicolás Bravo y San Gabriel Chilac presentan condiciones de pobreza extrema y moderada, lo que hace crucial la llegada de estos servicios médicos.
Robledo subrayó que el personal del programa está compuesto por más de 28 mil trabajadores de la salud, incluidos 7,854 médicos, de los cuales 1,152 son especialistas, además de miles de enfermeras, paramédicos y personal comunitario. También se destaca la presencia de personal bilingüe en lenguas indígenas, lo que garantiza una atención intercultural.
La presidenta Sheinbaum calificó esta integración como “un paso histórico hacia un sistema de salud universal y gratuito”, que permitirá atender tanto a personas con seguridad social como a quienes no cuentan con ella, reduciendo desigualdades y fortaleciendo la equidad en el acceso a la salud.

Con esta medida, el Gobierno de México refuerza su compromiso con el derecho a la salud, priorizando a las comunidades más vulnerables y garantizando servicios médicos gratuitos, continuos y de calidad en todo el país.