El occiso respondía al nombre de Abel, de 50 años, quien trabajaba en la planta Volkswagen
El hombre que fue asesinado y ocultado dentro de un bote para tamales que después arrojaron en las inmediaciones de la Academia Estatal de Policía “Ignacio Zaragoza” y descubierto el pasado 21 de los corrientes en límites de la ciudad de Puebla y el municipio de Amozoc de Mota, ya fue identificado por sus familiares, pero aún se desconoce por qué le arrebataron la vida.
Ahora se sabe que la víctima respondía en vida al nombre de Abel, quien tenía 50 años de edad, y era empleado de la planta automotriz Volkswagen. Además sus familiares habían acudido a la Fiscalía General del Estado para presentar la denuncia por su desaparición de persona al dejar de saber de él desde el 11 de febrero, cuando lo vieron por última vez en inmediaciones de la colonia Vicente Guerrero.
También su ficha de búsqueda fue emitida por la Comisión de Búsqueda de Personas, dependiente del Gobierno del Estado, en la que se daban a conocer sus generales.
Este medio informó que la noche del pasado 21 de febrero, unas personas que pasaban por una calle improvisada en Santa Cruz Alpuyeca, junta auxiliar de Amozoc y a escasos metros de la Academia de Policía; al percibir un olor a fétido descubrieron un bote de tamales y dentro un objeto sospechoso del que se desprendía el aroma nauseabundo.
Por ello dieron parte a los cuerpos de emergencias y al llegar policías estatales confirmaron que se trataba del cuerpo de una persona sin vida. Por ello la zona fue acordonada y más tarde se presentaron peritos y agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado del grupo Amozoc, quienes se encargaron de las diligencias del levantamiento de cadáver y ordenaron el traslado del cuerpo al anfiteatro de Tepeaca donde le realizaron la autopsia y al día siguiente se presentó un hombre de la tercera edad, quien identificó el cuerpo como el de su hijo.
La víctima ya estaba en avanzado estado de descomposición, pero por un tatuaje que llevaba y otros aspectos, pudo ser identificado y ya fue entregado a sus deudos para darle debida sepultura.
Las investigaciones siguen su curso, pues aún se desconoce el móvil del por qué lo asesinaron y abandonaron de esta forma, es decir, dentro de un enorme bote para hacer tamales.