9 de Agosto 2023 Acajete , Pue. Por Lorena Rojas
La tarde de hoy la directora de la instancia municipal de mujeres, Mizrain Cano Chico, protagonizó un episodio violento al agredir a su auxiliar administrativa, Nayeli Rojas. El incidente tuvo lugar cuando Cano Chico propinó una cachetada a Rojas, quien terminó impactándose contra una pared. El resultado fue dolorosamente visible: heridas en la nariz y la muñeca de la víctima.
Este acto de agresión no es aislado. Según testimonios, Mizrain Cano Chico abusaba sistemáticamente de su autoridad, obligando a Nayeli a realizar tareas degradantes como rebuscar en la basura y lanzándole insultos altisonantes . La preocupación creció aún más cuando se supo que la directora intentaba lucrar a costa de las alumnas, exigiendo pagos por talleres totalmente gratuitos. Ante esto, Nayeli expresó su descontento, argumentando “yo lo hago por qué me gusta “
La respuesta de la directora al comentario no hizo más que agravar la situación. Refiriéndose a las alumnas como “chamacas babosas que se ofenden”.
La presidenta municipal, Josefina Morales Ramírez, ha salido en defensa de Nayeli, resaltando la importancia del apoyo entre mujeres en contraposición a actos de agresión.
Este caso refleja una triste ironía, ya que la instancia encabezada por Cano Chico debería brindar apoyo a mujeres víctimas de violencia, mientras que su comportamiento contradice sus propios principios. El informe del Instituto Nacional de Estadística y Justicia sobre la violencia contra la mujer, revela que el 20,1% de estos actos ocurren en el ámbito laboral debido a abusos de autoridad, poniendo en evidencia la gravedad de esta problemática.
Nayeli Rojas no está sola en esta lucha. Otras mujeres han soportado abusos similares en silencio, temerosas de perder sus empleos. El coraje de Nayeli al denunciar su caso ante la contralora municipal y buscar la intervención del Ministerio Público es admirable y refleja la urgencia de poner fin a esta violencia institucionalizada.
Este triste episodio nos recuerda que el abuso de poder y la violencia no deben tener cabida en ninguna instancia, especialmente cuando se trata de una entidad que debería proteger y empoderar a las mujeres. Es hora de poner fin a esta inaceptable situación y trabajar hacia un ambiente laboral seguro y respetuoso para todas.