El Día Mundial de la Justicia Social se celebra con el fin de destacar el poder de la solidaridad mundial para promover oportunidades para todos.
Circunstancias como el lugar de nacimiento de una persona, su lugar de residencia o su género o grupo étnico no deben nunca determinar su nivel de ingresos ni las oportunidades que tenga para obtener educación de calidad, servicios de salud básicos, trabajo decente, alojamiento adecuado, acceso a agua potable, participación política o el derecho a vivir sin temor de sufrir amenazas de ser objeto de violencia, ni de experimentar violencia física real.